Este proyecto de interiorismo transformó una nave industrial vacía en un moderno estudio de danza urbana en Santander, pensado especialmente para la joven emprendedora que lo lidera. Con una propuesta de diseño innovadora y ajustada al presupuesto, logramos crear un espacio funcional que reflejara la esencia de la academia: energía, frescura, modernidad, alegría y un marcado estilo urbano.
El reto fue adaptar el espacio a las necesidades específicas de un estudio de danza, creando dos amplias salas de práctica, vestuarios y un pequeño despacho para la gestión administrativa y la atención a los usuarios. Cada rincón del proyecto fue diseñado para maximizar la experiencia de los estudiantes y al mismo tiempo ofrecer un entorno inspirador y acogedor.
El estilo urbano se consigue a través de elementos clave como grandes lámparas suspendidas de estilo industrial, materiales como el tablero OSB en la zona de recepción, y un suelo de tonalidad gris hormigón que aporta amplitud. Además, los contrastes en tonos naranjas, alineados con la identidad visual de la marca, aportan dinamismo y vitalidad al ambiente.
Este proyecto es un ejemplo de cómo, con un enfoque de interiorismo funcional y creativo, podemos transformar un espacio para convertirlo en el lugar ideal para desarrollar una actividad tan energética como la danza urbana.
Si buscas un estudio de danza en Santander que combine estilo, funcionalidad y una atmósfera única, esta es tu academia.
