3 ciudades y 3 tiendas que descubrir en la zona vascofrancesa

Hacía tiempo que tenía guardado en el cajón este pequeño post dedicado a una de mis últimas mini escapadas, y por fin he encontrado un hueco para sentarme a escribir.

Con este post quiero mostraros una visión personal de 3 ciudades de la zona vascofrancesa: San Sebastián, Biarritz y Bayonne, con mis rincones favoritos, y 3 tiendas que fueron auténticos flechazos que no podéis dejar de visitar.

Tenía ganas de poder escaparme por fin a conocer la zona vascofrancesa y finalmente conseguí reunir 3 días libres para coger el coche y lanzarme a la carretera.

SAN SEBASTIAN

Comenzando nuestro viaje desde Santander, nuestra primera parada es la ciudad de San Sebastián. Descubrir la ciudad es más que visitar los edificios de interés que se marcan en los mapas de la oficina de turismo, es enamorarte de sus rincones, calles y ambientes, experimentarla con todos nuestros sentidos.

1. Pasea a lo largo del río Urumea.

Disfrutamos de un largo paseo hasta la desembocadura entre la playa de Zurriola y el Monte Urgul que sustenta el Castillo de la Mota. Anchos paseos bajo arboledas, y con vistas a los edificios más afortunados de la ciudad con vistas al río y al mar y al famoso Hotel Belle Époque María Cristina.

2. Edificio El Kursaal.Más allá del edificio actual

Lo que conocemos ahora como Kursaal viene dado por el edificio anterior que ocupó ese mismo espacio hace casi un siglo. Un palacio inaugurado en 1921, con su nombre proveniente de Kur (cura) y Saal (sala) es decir, Sala de Curas o balneario, que incorporaba un casino de juego, un restaurante, salas de cine y diversas salas complementarias y un teatro, y se convirtió en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

Este edificio y su buen situado solar, dejaron paso a una nueva construcción contemporánea de la mano del arquitecto Rafael Moneo, El palacio de congresos de San Sebastián, compuesto por dos enormes cubos de cristal que el mismo arquitecto lo describe como unas “rocas varadas” junto al Cantábrico.

3.Paseo Kaiko junto al Aquarium

Somos valientes y rodeamos a pie el monte Urgul para encontrarnos de frente a la playa de La Concha, la Isla de Santa Clara y mi rincón favorito: un pequeño paseo recogido junto al puerto con viviendas de pescadores tradicionales, fachadas preciosas con azulejos nacarados y bellamente castigadas por la brisa marina. Una zona donde pasear y comer en una terraza al sol con vistas al mar. (foto mia) azulejos y vistas.

4. Callejeando por la Zona Vieja

El lugar perfecto para callejear y descubrir locales y tesoros históricos a la vuelta de la esquina, antes , durante o después de degustar sus pintxos. Algunas curiosidades como la Plaza de la Constitución, similar a muchas plazas mayores españolas, rectangular y repleta de balcones, con la singularidad de que fue plaza de toros, y podréis observar cómo todos los balcones están numerados. Otra de las sorpresas agradables al pasear por aquí es encontrarte entre las calles estrechas la imponente fachada de la Basílica de Santa María del Coro , que parece que lucha por hacerse un hueco entre las callejas apretadas de la Parte Vieja.

5. KOLOREKA Illustration prints. El descubrimiento estrella del viaje

Aquí está la prueba de que una nueva forma de souvenir es posible. Nos topamos de bruces con un expositor a pie de tienda con unas ilustraciones que nos obligan a entrar a descubrir más. Pequeñas láminas que evocan el recuerdo y los rincones de la ciudad desde otra perspectiva sutil y delicada a precios completamente asequibles.

Los propietarios nos cuentan en su web que Koloreka “os da la oportunidad de apropiaros de una mirada de la ciudad impresa en papel” y estoy completamente de acuerdo. Pero aún no nos ha terminado de sorprender este pequeño rincón en la calle San Jerónimo. Cuando levantamos la vista de las ilustraciones, nos percatamos de que nos encontramos en el interior de una antigua carnicería, donde han sabido introducir el diseño minimalista y natural, manteniendo la puerta metálica del antiguo refrigerador y hacer un pequeño guiño a los orígenes del local enmarcando la lámina que no puede faltar en ninguna carnicería: la descripción de las piezas de carne.

Un dato a vuestro favor, también tienen tienda online.

Koloreka. Tienda online

BAYONNE

Tras varios kilómetros y peajes en coche llegamos a la ciudad objetivo de nuestro viaje.

Llegamos a ella a través del paseo de la ribera del río Nive que se convierte en una de las calles con mayor oferta gastronómica de la ciudad. A ambos lados del río nos encontramos con un despliegue de restaurantes, bistrós y bares con terrazas que se pelean por hacerse un hueco en las estrechas calles. Sobre ellos, edificios estrechos y alargados, con contraventanas y estructuras exteriores de madera coloridas, que parecen sujetarse entre ellos, en los que te cuesta encontrar la puerta de acceso en los bajos concurridos.

1.Rincones a la sombra de la Catedral de Santa María.

A través de las calles se dejan entrever sus altas torres y es maravilloso cómo la ciudad te guía poco a poco a descubrir sus propios espacios mágicos.

La catedral, inmensa y hermosa se abre paso entre las calles estrechas y empedradas. Pero al igual que todo edificio, no es solo el edificio en sí, sino el entorno que genera. Nos encontramos con una pequeña plaza arbolada, La Place Pasteur, como recién sacada de tantas películas francesas que nos enamoran, donde pudimos degustar una deliciosa cena en la terraza de la Crepería A la Boleé, sitio cien por cien recomendable.

2. Aquí huele a chocolate

Bayona es conocida también como la ciudad del chocolate, debido a que desempeñó un papel fundamental en la difusión de la confección de cacao a través de Europa, gracias a su proximidad a España, donde los granos de cacao fueron traídos primero por colonos españoles a su regreso de América del Sur. Gracias a la población judía que consiguió minimizar el desagradable amargor del cacao puro añadiendo azúcar de caña, Bayona se fue poco a poco popularizando y actualmente está plagado de artesanos tradicionales de este gran manjar. Nosotros, golosos apasionados nos apuntamos en la agenda aquellos lugares de obligatoria visita para el paladar, casi todos situado en la Rue Pont Neuf, donde la mayor parte de los artesanos tienen sus tiendas de venta al público. Bajo los 35 ºC de ola de calor no era lo más apropiado llenarse la maleta de chocolate , pero conseguimos encontrar algo que llevarnos de recuerdo y que sobreviviera al viaje en L´Atelier Du Chocolat, donde pudimos degustar chocolates de varios países como Ecuador y Perú, incluso un chocolate negro con pimientos típicos de Espelette.

3. La Linée: Una grata sorpresa de tejidos naturales

Entre todas las tiendas, siempre llevo un ojo abierto para encontrar comercios con lo que más me encanta: diseño y elementos para el hogar y, subiendo una de las cuestas de la ciudad nos encontramos de bruces con la tienda buscada. En un pequeño rincón se encuentra este coqueto comercio , cuyo nombre hace un pequeño guiño a su producto estrella:el lino. Bayona es una zona popular por los tejidos y esta tienda da muestra de ello, con cantidad de elementos para la casa en lino y tonos naturales. Además encontramos objetos cotidianos, porcelanas, y menaje artesanal de artistas vascos, y objetos de marcado estilo nórdico que se ve han sido seleccionados con esmero y sutileza para lucir en las calles de Bayona.

BIARRITZ

Fue visita exprés y el sol no nos dio ni un minuto de descanso pero tuvimos tiempo de disfrutar de sus calles, su costa y sus edificios emblemáticos, alejados de las paradas obligatorias turísticas

1. Un rincón de pescadores con agua cristalina

Parada obligatoria en la playa junto al majestuoso edificio del Casino Barriere, para encauzar nuestro recorrido hacia la zona del puerto de pescadores y el Aquarium . Aquí, encontramos otro rincón exquisito, que nos recuerda a la zona de puerto de San Sebastián. Un diminuto enclave con olor a brasa y a pescado delicioso, donde sentarte a comera pie de mar y disfrutar de las vistas.

2. Rue du Port Vieux: con vistas a la playa y llena de vida

La pequeña y pintoresca playa que no tiene nada que envidiar a la concurrida Grande Plage, nos da paso a una de las calles más concurridas del centro de la ciudad. Bajos repletos de bares, restaurantes, chiringuitos de playa con estilo, puestos de comida para llevar y tiendas de souvenirs y elementos artesanales, como cestas de mimbre en todos sus colores y tamaños. El lado turístico más agradable donde se mezclan culturas y estilos, desde ambiente familiar hasta lugares que podrían estar sacados de las calles de Malasaña.

3. Les Enfants Terribles: Una tienda con arte y mucho que mostrar.

Al final de la calle Port Vieux, un escaparate llamativo invita a entrar a descubrir lo que oculta en su interior.

Me encontré en el paraíso de los objetos de papelería de diseño con nombre propio, del diseño de joyas artesanales con estilo arquitectónico y minimalista, de objetos de menaje originales y coloridos y demás chismes que llenan de suelo a techo las cuatro paredes de la tienda. Hay tantas cosas y tan cuidadas y espléndidas que no puedes marchar sin haber recorrido cada centímetro cuadrado de sus estantes. Su propietaria, una chica joven llena de energía y creatividad, que lee al otro lado del mostrador, me cuenta que ella misma ha diseñado los dibujos del escaparate y se dedica a customizar también con sus diseños llenos de color camisetas y otros objetos. Algunas cosas que me enamoraron son los bolsos en forma de saco de piel en colores ácidos y pastel realizados a mano y unos estuches divertidos con forma de frutas súper logrados y divertidos. Muy fan del aguacate. Salí de allí con buenas sensaciones, con una chica emprendedora y creativa más conocida y con ganas de volver y rebuscar de nuevo entre sus rincones. Un espacio donde se ha podido recoger el trabajo de muchos diseñadores que luchan por conservar el encanto de las pequeñas cosas.

Les Enfants Terribles. Tienda online

Esta vez, un post un poco distinto donde nunca falta el diseño y lo creativo. Espero haber avivado vuestras ganas de visitar esta zona fantástica y cotillear las nuevas tiendas descubiertas.

Disfrutar del verano siempre con alma decó. Nos vemos en el próximo post.

Elvira Rubio

Fityourhouse Arch Design & Home Staging

Cantabria

#diseño #viajes #shopping #decoración

COMPARTIR